República Checa

El principal punto de entrada es el Aeropuerto Internacional Václav Havel de Praga (PRG), con vuelos desde las principales ciudades europeas y conexiones intercontinentales. También se puede llegar en tren o autobús desde países vecinos como Alemania, Austria, Polonia y Eslovaquia.

La República Checa forma parte del espacio Schengen. Los ciudadanos de la Unión Europea y de muchos países americanos no necesitan visado para estancias de hasta 90 días. Es importante verificar los requisitos específicos antes de viajar.

La moneda oficial es la corona checa (CZK). Aunque el euro es aceptado en algunos lugares, es preferible usar la moneda local. Cajeros automáticos y pagos con tarjeta están ampliamente disponibles.

El idioma oficial es el checo, pero el inglés es comúnmente hablado en áreas turísticas, hoteles y restaurantes. En regiones fronterizas, también se puede escuchar alemán o polaco.

La mejor época para visitar es de mayo a septiembre, cuando el clima es agradable y los eventos al aire libre son abundantes. En invierno, de diciembre a febrero, el país se transforma en un destino ideal para disfrutar de mercados navideños y deportes de nieve.

La República Checa es rica en historia y tradición. Es famosa por su cerveza, considerada una de las mejores del mundo, y por sus eventos culturales como el Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary. Su música clásica, representada por compositores como Dvořák y Smetana, es un orgullo nacional.

• Un día: Explorar el centro histórico de Praga, incluyendo el Puente de Carlos, el Castillo de Praga y el Reloj Astronómico.
• Tres días: Agregar visitas a Český Krumlov, Patrimonio de la Humanidad, y la región vinícola de Moravia.
• Cinco días o más: Descubrir Karlovy Vary, Kutná Hora con su iglesia de huesos, y hacer senderismo en el Parque Nacional de la Suiza Checa.

La atención médica en la República Checa es de alta calidad. Los ciudadanos de la UE pueden usar la Tarjeta Sanitaria Europea, pero se recomienda un seguro de viaje que cubra emergencias médicas para otros visitantes.

Es un país muy seguro con bajas tasas de criminalidad. Sin embargo, en áreas turísticas, se recomienda cuidar las pertenencias debido a posibles carteristas. En transporte público y taxis, verifica tarifas para evitar cobros excesivos.

La República Checa es un destino que combina historia, naturaleza y modernidad, ideal para quienes buscan un viaje cultural en uno de los rincones más encantadores de Europa Central.